
Es este lugar he vivido momentos maravillosos y desde niña, me une a esta tierra un sentimiento inexplicable. Con el paso de los años y por diferentes motivos, no he podido estar allí todo lo que quisiera, pero el sentimiento sigue intacto, junto con los recuerdos de lo vivido y nuevos lazos emotivos que van surgiendo.
Hoy es un día muy triste para mi, hace dos años que perdí a mi querido yayo, sólo unos meses después de haber perdido también a mi yaya.
Después de una larga y feliz vida juntos y disfrutando ambos de buena salud, cuando la yaya enfermó y falleció muy rápidamente, él no pudo soportarlo y el día que hacía cuatro meses de su marcha, sus órganos vitales se pararon, no quería seguir viviendo sin ella ... nos quería mucho, muchísimo a todas, pero no quería ... la medicina consiguió alargarle la vida unos meses, pocos ... y al final marchó para estar con ella para siempre.
En el pueblo reposan sus cenizas, juntas, como ellos querían, y aquí seguimos los que les quisimos y queremos, echándoles dolorosamente de menos cada día.